miércoles, 24 de octubre de 2012

ÉXITO: LA UNIÓN HACE LA FUERZA

De Vitoria, de Zaragoza, de Oviedo y de Madrid vinieron a Barcelona personas que nos explicaron la situación de las colonias en ese difícil equilibrio entre la existencia real de los felinos - en su modalidad de caseros abandonados, de errantes y de salvajes- y las ordenanzas y autoridades municipales que siguen criterios decimonónicos al insistir en no alimentar. La fórmula de eficacia demostrada es la colonia controlada, que insistimos que va mas allá de alimentar y esterilizar.
Hace décadas; por no decir siglos, que los gatos se recogen, se matan injustamente y al cabo de un tiempo un nuevo animal se instala en el espacio vacío reproduciéndose de manera descontrolada y sin poder gozar del bienestar que merece. Sin embargo, si se capturan a los individuos, se les esteriliza y una vez repuestos se les reubica y/o devuelve al lugar, la colonia puede convivir en feliz armonía con el vecindario. Una experiencia de convivencia y respeto por el gato que es feliz en la calle puede ser un buen ejemplo pedagógico de valores para los niños. Formarse, organizarse, conocer argumentos, tener nociones de veterinaria y etología felina y mostrarse respetuosos con los que aún no saben de los beneficios que conlleva la vida compartida son elementos fundamentales.
Con las intervenciones de buenas conocedoras de las realidades gatunas de distintos municipios del estado. Desde Vitoria, la veterinaria Ana Barajuan nos presentó unos proyectos en el casco antiguo de la capital Alavesa que no contaron con el éxito deseable. Actualmente APASOS recoloca, junto con otras asociaciones, gatos testados y esterilizados y que las actuaciones valiosas siguen pesando sobre particulares mientras el ayuntamiento - a día de hoy - ha mermado el ya escuálido presupuesto para estos menesteres. Faltan acuerdos, voluntad política y diálogo eficaz. Arancha Sanz es abogada de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid. Su profesionalidad y su buen conocimiento de las normativas le dotan de autoridad para definir la situación en la capital de España de muy complicada. Son numerosos los obstáculos. Una sola denuncia por parte de un vecino puede dar al traste con las tareas que de manera particular se desarrollan para controlar colonias. Podría hablarse de un doble rasero en la actuación de las autoridades más preocupadas sancionar alimentadoras que en prevenir maltratos. Habla de dos iniciativas positivas: una desde la Magatón de esterilización que organiza la asociación Alba y la receptividad del Ayuntamiento de Tres Cantos. También habla de la política que se sigue en el CIAM que es el centro de recogida de todas las poblaciones de menos de 5000 habitantes de la Comunidad de Madrid y que al ser gestionada por una federación de asociaciones proteccionistas no practican el sacrificio sistemático.Esther Sánchez, veterinaria de Zaragoza afirma que la prohibición de alimentar a los gatos no está viéndose reforzada por la imposición de sanciones y gracias a la picaresca y el esfuerzo de las alimentadoras las colonias urbanas van pudiendo sobrevivir.
La competencia al respecto estaría vinculada a Parques y Jardines y no cuenta con ningún apoyo institucional, ni intelectual ni financiero. Las asociaciones capturan a los gatos, y después de la esterilización y tras dos días de recuperación valoran aquellos con un comportamiento más social para una posible acogida y posterior adopción.Un desencadenante del control de colonias fue el boom inmobiliario ya que muchos quedaron atrapados entre construcciones sin acceso a agua ni alimento.La movilización de las asociaciones frente a casos urgentes se ve facilitada por el tamaño de la ciudad maña, que no es excesivo.
A pesar de contar con una de las normativas autonómicas más avanzadas respecto a las colonias, Oviedo, la capital asturiana, tiene una situación penosa. Manoli Pascual denuncia que hay falta de diferenciación de los perfiles de gatos al no distinguirse ente gatos silvestres, gatos errantes y gatos abandonados. La solo deseable comunicación municipal y la inexplicable gestión del centro de recogida son dos elementos que dan cuenta de la dureza de la situación. Hace unos meses se protagonizó en los medios de comunicación una movilización en que se frenaron medidas que la propia Plataforma Gatera barcelonesa pudo documentar como ineficaces y erróneas. Se hace necesario localizar aquellos puntos que unen a las asociaciones ovetenses para constituirse en un frente común que obligue al diálogo, avanzar en aspectos mínimos que dejen atrás las diferencias pero evidentemente eso no es fácil y lo que propicia es el compactado de la otra parte que tiene la verdadera capacidad decisoria.
DESDE EL GATO A SALVO INVITAMOS A CONTACTARNOS PARA PLANTEAR LA POSIBILIDAD  DE QUE ENCUENTROS EN QUE LAS FUERZAS SE UNEN DESDE EL RESPECTO, EL RIGOR CIENTÍFICO EL DIÁLOGO Y LA ÉTICA LOS GATOS DE COLONIAS VISLUMBRAN UN NUEVO FUTURO.













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